En el mercado existen diferentes tipos de detectores de incendios, estos pueden ser: ópticos, termovelocimétricos y óptico-térmicos

Cuando nos preguntan sobre los tipos de detectores de incendios la respuesta en clara: depende de las características del lugar que se pretenda salvaguardar con este sistema de protección contra el fuego y de los materiales que se encuentren en su interior y del uso del local será más aconsejable utilizar uno u otro o combinación de varios de ellos.

Realizaremos un pequeño repaso a los principales tipos de detectores de incendios: ópticos, termovelocimétricos y óptico-térmicos. Es importante contar con un asesoramiento especializado que aconseje lo que es más adecuado para cada situación y que sea conforme a la legalidad vigente en el caso de las empresas y también en domicilios.

Tipos de detectores de incendios

Detectores ópticos

Los detectores ópticos de humo son los dispositivos más convenientes para aquellos incendios de lento desarrollo y que provoquen aerosoles visibles provenientes de la combustión. Al detectar la presencia del primer conato de fuego la alarma de humo individual emite una señal – acústica y/o luminosa – para avisar de lo que está pasando y dónde en el caso de instalaciones de más de una habitación cuando está conectada a una central que avisa para actuaciones rápidas y en su caso, avisar a los bomberos.

Los detectores ópticos pueden ser:

  • De rayo infrarrojo: Consta de un dispositivo emisor y otro receptor, que avisa cuando se opaca el espacio entre ellos.
  • Puntuales: En estos detectores el emisor y el receptor forman un ángulo de 90º alojados en una misma cámara que activa el sensor y hace saltar la alarma. Actualmente son los más utilizados.
  • De láser: Cuando utilizan este tipo de tecnología para detectar el oscurecimiento de la cámara.

Y todos estos detectores pueden ser, a su vez, analógicos o digitales, los primeros están calibrados mediante resistencias electrónicas, y que pueden presentar dudas de verificación si es humo o polvo y suciedad lo que ocasiona el previsible salto de la alarma, mientras que los detectores digitales contienen un software que verifica si la opacidad es debida a humo o a suciedad y avisar con un sonido diferente ya se necesite un mantenimiento adecuado o avisar a los bomberos por incendio.

Detectores Termovelocimétricos

Los detectores termovelocimétricos miden tanto la velocidad de aumento de la temperatura (función termovelocimétrica), como su valor absoluto (función térmica) son adecuados para locales donde se pueda producir una combustión rápida como las de hidrocarburos.

En ocasiones no son los más oportunos para almacenes o escuelas u otros locales en que se abran puertas y se enfríe el ambiente actuando el termostato de la calefacción, elevando rápidamente la temperatura y pudiendo provocar fallos en los saltos de alarma.

Detectores óptico-térmicos

Son detectores óptico-térmicos son aquellos que combinan las tecnologías de los ópticos y de los termovelocimétricos y suelen ser la mejor elección para aquellas instalaciones en las que haya posibilidad de que se produzcan incendios rápido y que existan partículas en suspensión de espesor apreciable.

Son los más adecuados para lugares donde un detector de humos pudiera producir falsas alarmas de incendio como cocinas industriales de establecimientos de hostelería o locales industriales en los que, por su actividad, se ocasionen partículas de polvo en suspensión.

Si necesitas más información o cuáles son los tipos de detectores de incendios más recomendables para tu empresa, local o comunidad de vecinos, llámanos al 916782878  o escríbenos a info@firext.es

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