Las Bocas de Incendio Equipadas o BIEs son el conjunto de elementos necesarios para transportar y proyectar agua desde un punto fijo de una red de abastecimiento de agua hasta el lugar del fuego, incluyendo los elementos de soporte, medición de presión y protección del conjunto.

Para su correcto funcionamiento las condiciones establecidas de presión, caudal y reserva de agua deberán estar garantizadas.

Un sistema de B.I.E. se someterá, antes de su puesta en servicio, a una prueba de estanqueidad y resistencia mecánica, sometiendo a la red a una presión estática igual a la máxima de servicio y como mínimo a 980 kPa (10 kg/cm2), manteniendo dicha presión de prueba durante dos horas, como mínimo, no debiendo aparecer fugas en ningún punto de la instalación.

Tipos de BIEs

Las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) se nombran por los diámetros nominales de las mangueras. Según el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) las BIES se fabrican en dos formatos: BIE 25 mm, con una manguera semirrígida de 25 mm de diámetro y BIE 45 mm, con una manguera plana de 45 mm de diámetro, que adquiere forma cilíndrica cuando se encuentra a presión.

La BIE de 45 mm se usa en lugares en los que se vaticinan incendios considerables, lo que las hace especialmente adecuadas para locales industriales.

La BIE de 25 mm, por su limitado caudal y por su manguera semirrígida que posibilita su funcionamiento sin tener que desplegarla en su totalidad, al permitir circular el agua por su interior incluso cuando se encuentre recogida parcialmente sobre una base, es más recomendable para locales cuya carga calorífica no sea muy elevada, como por ejemplo, viviendas, hoteles, escuelas, etc. 

En los dos tipos de bocas de incendio equipadas (BIE 25 mm y BIE 45 mm), la lanza – boquilla debe permitir las posiciones de conformación y regulación del chorro siguientes:

  • Cierre
  • Agua pulverizada Chorro lleno
  • Toda pulverización se debe presentar en forma de cortina o de cono.

La normativa de las bocas de incendio equipadas se adecuan según el lugar en el que se instalen.

Instrucciones de uso

Las bocas de incendio equipadas deben ir acompañadas de las instrucciones de uso completas, que estarán fijadas sobre o en las proximidades de la boca de incendio equipada.

Instalación y mantenimiento

Asimismo, el suministrador debe entregar un manual de instalación específico de la boca de incendio equipada.

Por su parte, el mantenimiento se realizará de acuerdo con lo exigido por el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) y los procedimientos serán los indicados en la Norma Europea EN 671-3.

Bocas de incendio equipadas

Una BIE se utiliza siempre en caso de emergencia, cuando la magnitud de las llamas ya no permiten extinguirse con extintores portátiles. En cuyo caso, hay que usar la BIE que se encuentre entre el trayecto del fuego, sin perder de vista que quien la utilice no debe ser alcanzado por el fuego, en ese caso, al no poder extinguir las llamas, habrá que evacuar. Igualmente, hay que cerciorarse de que la longitud de la manguera consiga alcanzar las llamas.

En el momento de utilizar la manguera de una BIE hay que considerar que una manguera de 25 mm puede ser utilizada por una sola persona, sin embargo para usar una de 45 mm hacen falta al menos dos sujetos ya que la presión de ésta es muy fuerte y la hace más difícil de retener y de guiar.

Si dos personas están sujetando la manguera de una BIE es fundamental que entre ambos mantengan la manguera a su derecha. Las piernas deben estar separadas, con una de ellas adelantada respecto a la otra, cargando el peso en la pierna de atrás. La persona de delante sujeta la lanza con sus manos y dirige el chorro. La de atrás contiene el peso de la manguera con su antebrazo derecho y con su mano izquierda se afinca por detrás del hombro derecho de la persona que está delante para compensar la fuerza de retroceso realizado por la presión del agua al brotar.  Las personas zurdas pueden situarse en el lado opuesto. Lo importante es que los dos estén del mismo lado.

Vida Útil

El RIPCI nos advierte que la vida útil de las mangueras contra incendios será la que indique el fabricante de las mismas, cumplida la cual se realizará la sustitución. Si el fabricante no decreta una vida útil, ésta se estimará de 20 años.

Este concepto que aparece en el RIPCI tiene como objeto es evitar que haya productos instalados que no sean capaces de cumplir con las tareas para las que fueron diseñados o que no ofrezcan unas garantías de funcionamiento fiable. Por ello, se pide que el fabricante especifique la vida útil media de sus productos. Se espera que esta vida útil sea lo más larga posible, teniendo en consideración que durante su periodo de vida los productos deben ser fiables y seguros.

Cada fabricante dispone de libertad para establecer la vida útil que estime apropiada, en función de su tecnología, materiales, desarrollo de fabricación, etc.

Según las características de cada producto, el fabricante puede escoger entre poner como vida útil un periodo de tiempo fijo (por ejemplo «XX años desde la fecha de fabricación» o «XX años desde la fecha de instalación»), o por el contrario puede utilizar otras fórmulas más flexibles, donde se considere el estado del producto a lo largo del tiempo (por ejemplo «XX años desde la fecha de fabricación, y una vez superada esa fecha, si el producto está en buenas condiciones, poder prolongar la vida útil en tramos de ZZ años si el producto instalado supera una inspección o ensayo donde se verifique su buen estado de conservación»).

En este segundo caso, el fabricante deberá establecer las condiciones de dicha inspección o ensayo, su periodicidad y sus criterios de aceptación, de forma que se verifique que el producto siga cumpliendo con sus requisitos de diseño y siga siendo fiable.

El fabricante debe acreditar en base a qué principios ha establecido la vida útil de sus productos, de manera que garantice que el producto va a brindar un nivel suficiente de fiabilidad y seguridad. Por ejemplo, para fijar la vida útil, el fabricante puede basarse en estudios con muestras representativas de productos, o en pruebas respecto a los parámetros fijados por las normas a las que estén sujetos.

Las autoridades cualificadas pueden efectuar tests y solicitar al fabricante los informes que demuestren que el producto en cuestión ofrece unas garantías adecuadas para cumplir con los requisitos del presente reglamento durante toda su vida útil.

Hay que tener en cuenta que la vida útil de los productos va a verse influida por las condiciones del lugar donde estén instalados (condiciones climatológicas y del entorno de trabajo). Un producto colocado en un lugar en circunstancias desfavorables va a envejecer antes que uno instalado en un lugar con condiciones adecuadas.

Por último, cabe recordar que cada 5 años hay que realizar lo que se conoce como retimbrado de la BIE, o lo que es lo mismo, se debe someter a la manguera a una prueba hidrostática ejerciendo una presión de 15 kg/cm2.